El fin de semana pasado, supongo que para rendirle un homenaje al festival de teatro, se llevó a cabo La Cumbre de las Americas, en la ciudad de Cartagena. Al mejor estilo de una obra de Beckett, un cuadro de Dalí o una película de Luis Buñuel, Ocurrieron sucesos, al parecer de suma relevancia para los Colombianos y muy comentados en todas las redes sociales; una rubia editó el himno nacional de Colombia, un burrito fue despreciado por su nuevo dueño, una prostituta fue estafada. Y como en la obra de Samuel Becket Esperando a Godot, el Godot que es una especie de acuerdo, consenso o algo, no llego.
Entre los temas a tratar en la cumbre, se tenía expectativa acerca de el bloqueo a cuba, la soberanía de las Malvinas, los acuerdos económicos y la legalización como herramienta para la lucha contra el narcotráfico. En ninguno de estos temas se avanzo significativamente, bueno, tenemos visa por 10 años y el TLC esta cada vez más cerca; si alguien considera que el TLC es un avance.
Los argumentos de EE.UU. son bastante superficiales. Dice que no acepta a Cuba en la cumbre porque es un país sin democracia; pero sí acepta relaciones con otros países que tienen sistemas de gobierno diferentes a la democracia como China o Arabia Saudita. Dice que la solución al narcotráfico no es la legalización; pero no propone nada conciso al respecto. El único argumento de EE.UU. es su poder diplomático construido desde hace años, el cual le permite tener siempre la razón en cualquier cosa.
A pesar de que no hubo avances significativos, el panorama de la cumbre fue diferente; pues nos encontramos con una unión y un consenso entre la mayoría los presidentes suramericanos en temas como Cuba y la legalización, frente a otra unión y consenso entre EE.UU. y Canadá. Y debido a la crisis y la condición actual de los Estados Unidos; el presidente Obama sintió una presión que países latinoamericanos nunca antes hubieran podido ejercer, pues los temas que se pusieron en la mesa antes eran intratables, pero debido a sus compromisos electorales el presidente Norteamericano no podía ceder.
Apoyo la gestión del presidente Santos porque considero que ha habido avances que el gobierno anterior nunca hubiera podido tener. La diplomacia del gobierno Santos es un punto a favor, pero le falta contundencia para llevar el liderazgo en latinoamericano, y más ahora que es posible abrir fisuras para avanzar en temas como la despenalización de la droga. La Cumbre de las Américas fue un pantallazo internacional para Santos del que se pudo haber sacado mejor provecho, planteando un debate serio contra las drogas y exigiendo un cambio de políticas por parte de EE.UU.